Las emociones negativas nos rodean posiblemente más que nunca, y no tener las herramientas para regularlas hace que nos estemos haciendo daño los unos a los otros.
Un mundo valioso nace de sus habitantes, y de que cada uno de ellos y de ellas se sienta valioso o valiosa. ¿Quizás la sabiduría es dejar de quejarse, de ser egoísta, de criticar o de ser víctima de las circunstancias? ¿Quizás es dejar de estar enfadados, de hacer la peor interpretación posible o de envidiar a los demás para centrarte en ti y en toda la luz que llevas dentro, ese mundo maravilloso que somos cada uno y que aún nos queda una parte por descubrir?
Solo brillando tú, puedes hacer que el mundo brille, y además con mil colores diferentes, porque no se trata solo de respetar la diversidad, se trata de incentivarla para que cada cual encuentre su propia luz, única y especial. En cuanto a tipo de luces, recordemos que no hay ni mejores ni peores, simplemente son diferentes. Y es precisamente eso lo que te hace a ti y a quien te rodea, INTERESANTE.
Para brillar tú no necesitas apagar a los demás. Se trata solo de recordar que, si eres capaz de encender tu luz, también estarás iluminando el mundo.
Un mundo valioso nace de sus habitantes, y de que cada uno de ellos y de ellas se sienta valioso o valiosa. ¿Quizás la sabiduría es dejar de quejarse, de ser egoísta, de criticar o de ser víctima de las circunstancias? ¿Quizás es dejar de estar enfadados, de hacer la peor interpretación posible o de envidiar a los demás para centrarte en ti y en toda la luz que llevas dentro, ese mundo maravilloso que somos cada uno y que aún nos queda una parte por descubrir?
Solo brillando tú, puedes hacer que el mundo brille, y además con mil colores diferentes, porque no se trata solo de respetar la diversidad, se trata de incentivarla para que cada cual encuentre su propia luz, única y especial. En cuanto a tipo de luces, recordemos que no hay ni mejores ni peores, simplemente son diferentes. Y es precisamente eso lo que te hace a ti y a quien te rodea, INTERESANTE.
Para brillar tú no necesitas apagar a los demás. Se trata solo de recordar que, si eres capaz de encender tu luz, también estarás iluminando el mundo.